A partir del 1 de enero de 2025, el salario mínimo experimentó un incremento del 12%, lo que eleva el monto a 419.88 pesos diarios en el norte del país y a 278.80 pesos en el resto del territorio nacional.
Recientemente en “La Mañanera del Pueblo”, se destacó que esta medida forma parte de la recuperación salarial iniciada en 2018. Desde entonces, el salario mínimo ha aumentado un 135%, según lo informado por el funcionario.
Sin embargo, no todos los trabajadores verán reflejado este incremento en sus nóminas. Esto se debe a que el aumento solo aplica para aquellos cuyo salario base esté alineado con el salario mínimo establecido por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
¿Por qué no todos se beneficiarán del aumento?
Existen dos tipos de salario: el salario mínimo, que es determinado por el gobierno federal, y el salario contractual, que es negociado entre el empleado y la empresa. El salario mínimo es el monto que ningún trabajador puede recibir por debajo de la cantidad establecida, mientras que el salario contractual es resultado de acuerdos específicos que pueden ser acordados de manera individual o colectiva entre empleador y empleado.
Por lo tanto, aquellos que ya perciben un salario superior al mínimo no experimentarán un aumento automático en sus ingresos. El artículo 123 de la Ley Federal del Trabajo no obliga a las empresas a ajustar los sueldos superiores al mínimo en función del incremento del salario base.
En estos casos, el ajuste salarial dependerá de otros factores, como lo que establezcan los contratos laborales, los acuerdos entre las partes o bien, la inflación y el desempeño de los trabajadores.
Así, aunque el salario mínimo ha aumentado, la mayoría de los trabajadores con sueldos más altos no verán directamente reflejada esta mejora en sus ingresos.