“A partir de ahora, el deporte femenino será solo para mujeres”, afirmó Trump durante la firma de una nueva orden ejecutiva en la Casa Blanca.
En una controvertida decisión que aviva el debate sobre derechos y equidad en el deporte, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva que prohíbe la participación de mujeres transgénero en competencias deportivas femeninas. La medida, calificada por sus detractores como discriminatoria, ha generado una fuerte reacción entre grupos de defensa de derechos humanos y expertos en deporte.
La orden ejecutiva, titulada Keeping Men Out of Women’s Sports (Manteniendo a los hombres fuera de los deportes femeninos), parte de una interpretación restrictiva del Título IX, la histórica ley federal de 1972 que prohíbe la discriminación por sexo en programas educativos que reciben fondos federales.
Varios estudios científicos han cuestionado las afirmaciones sobre la supuesta ventaja competitiva de las atletas transgénero. Una investigación publicada en Sports Medicine en 2017 concluyó que no existen pruebas consistentes de superioridad atlética en mujeres transgénero. Más recientemente, un estudio de 2023 destacó que muchas de las diferencias físicas entre los sexos se reducen o desaparecen tras la terapia hormonal de afirmación de género.
Trump aseguró que buscará extender esta medida al ámbito internacional, anunciando que el secretario de Estado, Marco Rubio, solicitará al Comité Olímpico Internacional (COI) excluir a mujeres transgénero de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Además, el gobierno estadounidense podría denegar visados a deportistas transgénero, una medida que podría impactar directamente en la participación de equipos extranjeros en competiciones deportivas en el país.
Organizaciones de derechos humanos han calificado la orden ejecutiva como un ataque directo contra la comunidad transgénero, mientras que expertos en política pública advierten sobre las implicaciones legales y sociales de esta medida.