El enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el empresario más rico del mundo, Elon Musk, ha alcanzado niveles de tensión inéditos. Lo que empezó como una alianza estratégica dentro del gobierno, ahora se perfila como una disputa pública con consecuencias económicas y políticas de gran alcance.
Según reportó BBC News, la relación entre ambos se consolidó durante los primeros meses del actual mandato presidencial. Trump nombró a Musk como “empleado especial del gobierno” y le confirió autoridad en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), donde el magnate lideró el cierre de agencias federales y el despido de miles de funcionarios públicos.
Durante más de cuatro meses, Musk fue una pieza clave dentro de la Casa Blanca, con acceso privilegiado al Despacho Oval y al Air Force One. Esta alianza se mantuvo a pesar de la caída en la popularidad de Musk, y Trump lo respaldó incluso cuando otros líderes republicanos comenzaron a tomar distancia.
El conflicto comenzó a escalar la semana pasada, cuando Musk criticó abiertamente la nueva ley presupuestaria impulsada por el Partido Republicano, señalando que aumentaría la deuda nacional. En respuesta, Trump expresó sorpresa y molestia, asegurando que el empresario estaba reaccionando así porque su compañía Tesla sería una de las más afectadas por la eliminación de subsidios a los autos eléctricos.
Según The New York Times, el presidente afirmó que Musk no habría sido capaz de influir en las elecciones pasadas sin el respaldo financiero y político de su administración, algo que el empresario rechazó rotundamente.
“¡Qué ingratitud!”, replicó Musk en su red social X, antes Twitter.
Acusaciones y represalias
Lo que parecía un simple desacuerdo escaló rápidamente. Musk lanzó insinuaciones sin pruebas sobre una posible implicación de Trump en los archivos secretos del caso Jeffrey Epstein. En tanto, el mandatario respondió con tono amenazante a través de su red Truth Social:
“La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares es terminar con todos los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”.
Según BBC News, esta declaración causó que las acciones de Tesla se desplomaran un 14% el jueves. Al mismo tiempo, la Casa Blanca se negó a comentar al respecto, mientras que miembros del Congreso republicano empezaron a mostrar señales de inquietud por el efecto colateral de esta disputa.
¿Qué sigue para Musk y Trump?
Aunque el presidente todavía tiene más de tres años y medio de gobierno, Musk dejó en claro que no piensa retirarse de la arena política. “Yo estaré aquí más de 40 años”, escribió en X, en lo que muchos interpretaron como una advertencia directa al actual jefe de Estado.
Desde el Congreso, algunos republicanos temen que Musk use sus recursos para apoyar a rivales dentro de las primarias. Por su parte, The New York Times señala que los demócratas observan el conflicto desde la barrera, sin intervenir, pero atentos a cualquier oportunidad para capitalizar políticamente la fractura entre dos de las figuras más influyentes del país.
Con información de BBC News y The New York Times (2025).