La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó que Estados Unidos decidió cerrar temporalmente su frontera a la importación de ganado mexicano en pie, como medida preventiva ante la amenaza del gusano barrenador del Nuevo Mundo, una plaga que podría poner en riesgo al sector ganadero norteamericano.
Julio Berdegué, titular de la SADER, dio a conocer que la secretaria de Agricultura de EE. UU., Brooke Rollins, le notificó la suspensión por un periodo de 15 días, tiempo durante el cual se revisará la estrategia binacional para contener al parásito Cochliomyia hominivorax, causante de severos daños al ganado.
“No compartimos esta decisión, pero confiamos en que se podrá alcanzar un nuevo acuerdo en breve. Estaremos informando oportunamente”, expresó Berdegué, al subrayar la importancia del diálogo entre ambos países.
Desde Washington, Rollins confirmó la medida argumentando que se trata de una acción urgente para proteger al sector pecuario estadounidense. “La última vez que esta plaga llegó a nuestro país, tardamos tres décadas en erradicarla. No podemos permitir que eso vuelva a ocurrir”, declaró en un comunicado.
El anuncio sorprendió al sector agropecuario mexicano, ya que apenas el pasado 28 de abril ambos gobiernos habían logrado un acuerdo para el manejo conjunto de la plaga. En ese momento, Rollins había señalado públicamente que se había encontrado una solución “satisfactoria” tras conversaciones directas con su homólogo mexicano.
Sin embargo, la decisión de cerrar la frontera de forma unilateral revive la tensión entre las autoridades de ambos países y genera incertidumbre entre productores mexicanos, quienes dependen en gran medida del mercado estadounidense para la comercialización de ganado.
Se espera que en los próximos días se retomen las negociaciones técnicas y diplomáticas para evitar afectaciones mayores al comercio agropecuario bilateral.