Archivaldo Iván Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín “Chapo” Guzmán, son señalados por autoridades estadounidenses como líderes activos del Cártel de Sinaloa y actualmente se encuentran prófugos. El gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que lleve a su arresto y condena.
Ambos forman parte de la red conocida como “Los Chapitos”, que fue sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, tras ser vinculada con operaciones de tráfico y producción ilegal de fentanilo.
De acuerdo con la información oficial, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, alias “El Chapito”, fue acusado formalmente en abril de 2023 por un gran jurado en el Distrito Sur de Nueva York por cargos que incluyen conspiración criminal, importación de fentanilo y uso de armas de fuego. El Departamento de Estado considera que debe ser clasificado como un individuo armado y peligroso. La Agencia Antidrogas (DEA) lo ubica como responsable de comandar a grupos armados que ejecutan acciones violentas para proteger las operaciones del cártel.
Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocido como “Alfredillo”, enfrenta acusaciones por conspiración para distribuir drogas como cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana. También se le atribuye responsabilidad en el traslado de precursores químicos desde China y en la administración de recursos obtenidos del tráfico de estupefacientes.
La red encabezada por los hermanos Guzmán Salazar opera de manera transnacional y ha sido señalada como una de las principales responsables del flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, sustancia que ha provocado una crisis de salud pública por su alto poder adictivo y letalidad.
El Departamento de Estado mantiene vigentes las recompensas individuales como parte del Programa de Recompensas por Narcóticos, con el objetivo de fortalecer la cooperación internacional en el combate al crimen organizado.