Con 347 votos a favor y 128 en contra, la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados avalaron en lo general la reforma constitucional que extingue siete órganos autónomos, trasladando sus funciones a distintas dependencias del Ejecutivo federal.
Entre los organismos eliminados se encuentra el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), cuyas tareas pasarán a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno; la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que será absorbida por la Secretaría de Economía; y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), cuyas funciones quedarán bajo la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
También se extinguirá el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), encargado de medir la pobreza, trasladando su labor al INEGI; la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), cuyas facultades se integrarán a la Secretaría de Energía. Asimismo, desaparecerá el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, que quedará bajo la Secretaría de Educación Pública.
Durante el debate, la morenista Olga Sánchez Cordero defendió la reforma argumentando que el diseño institucional regresa al modelo de regulación previa a 2013, como el que operó durante los gobiernos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, cuando los organismos reguladores tenían autonomía técnica y de gestión, pero no eran constitucionalmente autónomos.
Se espera que este jueves se discutan las reservas al dictamen, entre ellas una propuesta de crear un órgano descentralizado que concentre las funciones regulatorias del IFT y Cofece. La reforma implica modificaciones a 14 artículos de la Constitución y ha generado un intenso debate sobre la concentración del poder en el Ejecutivo y la posible afectación a la transparencia y la competencia económica.