Los cuerpos de los hermanos surfistas australianos, Jake y Callum Robinson, fueron trasladados a Estados Unidos desde Ensenada, Baja California, donde fueron asesinados.
Los padres de los jóvenes reconocieron los cuerpos en México, y se gestionó su traslado a través de una funeraria en Ensenada.
Los cuerpos fueron entregados a sus familiares en San Diego, California, después de realizar la gestión de internamiento en el puerto fronterizo de Otay.
Un presunto responsable, Jesús Gerardo alias ‘El Kekas’, fue vinculado a proceso por los asesinatos, aunque la fiscalía no descarta la participación de más personas.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, se pronunció sobre el caso, asegurando que no habrá impunidad y que se buscará hacer justicia.