Luego de tres años de lucha, el pequeño Adolfo “N”, de seis años, logró vencer el cáncer y celebró este triunfo tocando la emblemática “Campana de la Victoria” en el Centro de Referencia Estatal para la Atención del Niño y la Niña con Cáncer (OncoCREAN) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelos.
El Hospital General Regional con Medicina Familiar (HGR/MF) No. 1 en Cuernavaca se llenó de emoción y esperanza cuando familiares, amigos y personal médico se reunieron para celebrar este momento que simboliza el final de un tratamiento arduo y el comienzo de una nueva etapa en la vida de Adolfo.
Un camino de esperanza
Jorge Arturo Micete León, oncólogo pediatra del OncoCREAN, recordó que Adolfo fue diagnosticado hace tres años y que, gracias a una atención oportuna y un equipo multidisciplinario comprometido, logró superar la enfermedad.
El doctor destacó que la lucha contra el cáncer infantil no solo requiere de un equipo médico preparado, sino también del apoyo inquebrantable de la familia. “Los papás son un pilar fundamental en la recuperación. Ahora, Adolfo puede seguir adelante con su vida como un niño feliz y saludable”, señaló.
Una celebración llena de emoción
La tradición se cumplió una vez más: las puertas del hospital se abrieron para recibir en caravana a los seres queridos de Adolfo, quienes fueron escoltados con una valla humana formada por personal de salud y derechohabientes. En medio de aplausos y lágrimas de alegría, el niño tocó la campana y dejó la huella de su mano en el “Árbol de la Vida”, símbolo de su valentía y resiliencia.
Un mensaje de esperanza
Obdulia “N”, madre de Adolfo, compartió la felicidad de ver a su hijo cerrar este capítulo. “Siempre encontramos apoyo en el hospital. Todo el personal fue amable y nos ayudó a llegar a este día tan especial”, dijo conmovida.
Además, envió un mensaje a otros padres para que estén atentos a posibles signos de alarma en sus hijos, como fatiga extrema, moretones sin causa aparente o cambios en el color de labios y ojos. “Detectarlo a tiempo puede hacer la diferencia”, enfatizó.
Ahora, Adolfo tiene un nuevo sueño: estudiar medicina para ayudar a más niños y niñas a vencer cualquier enfermedad, tal como lo hicieron con él.